Te aseguro que te vas a identificar con la historia del dueño de KFC, ya que todos pasamos por momentos difíciles, pero sólo los que mantienen el enfoque, saben cómo enfrentar los problemas y salir adelante.
Después de leer este extracto de su vida, quizás despierte en ti un lado que lo tenías dormido, el lado emprendedor y quien sabe, en unos años tú también te vuelas un exitoso empresario si eres perseverante, las cosas no caen del cielo.
Bien, te contaré en resumen la historia del fundador de KFC, la vida del coronel Sanders.
Nació en 1980 y a los 5 años a una edad muy temprana murió su papá, una terrible noticia para la familia. Es así como la vida empezó a moldearlo desde muy pequeño.
Como no tenía apoyo tuvo que aprender a cocinar para ganar dinero y así poder alimentar a sus 2 hermanos menores.
A los 12 años dejó de estudiar para dedicarse a la granja Sanders, pero no duró mucho en su casa porque su padrastro lo maltrataba por eso mismo abandonó su hogar para irse donde sus tíos.
Quiso probar en el mundo laboral, pero a la temprana edad de 17 años ya había perdido 4 trabajos. Sanders a los 18 años contraería matrimonio. Es aquí donde encuentra un trabajo dependiente como conductor, pero este no llegó a buen puerto, seguida de esta nueva decepción se une al ejército, pero al tiempo fue desvinculado.
Sanders no era una persona que se daba por vencida por lo que postula a la escuela judicial en la cual también es rechazado. Pareciera que su suerte no cambiaría si iba de fracaso en fracaso, pero esto no lo hizo flaquear y siguió adelante.
Nuevamente en la carrera por surgir consiguió un trabajo de vendedor de seguros, pero por cosas de la vida volvió a fallar y se quedó sin trabajo nuevamente. Ya como esposo a los 19 años Sanders se convertiría en padre, si bien la noticia fue felicidad y unas de sus principales motivaciones su esposa cansada de sus fracasos y la poca confianza que le tenía de que este alguna vez saldría adelante, se lleva a la hija fruto de su amor, abandonándolo.
Sanders a los 39 años logró un trato con la empresa de hidrocarburos Shell Oil Company, donde se haría cargo de la gasolinera en Kentucky. El trato fue solo pagar al dueño un porcentaje de las ventas. Lamentablemente en esa época la economía no iba muy bien por lo que tuvo que dejar el negocio.
A los 40 años, ya con un buen historial de ocupaciones como de obstetra, jornalero, político, bombero, etc. Decidió dedicarse al arte culinario, la cocina.
Abrió un restaurante en Corbin, Kentucky, donde comenzó a cocinar a los viajeros y es ahí donde empezó su historia del pollo frito. Durante los 9 años siguientes el coronel, perfeccionó su receta que contenía 11 hierbas y que actualmente se siguen utilizando.
Cuando todo parecía ir bien para el coronel, la carretera donde quedaba su restaurante tuvo que cerrar porque iban a ejecutar un proyecto interestatal, por lo que, el tráfico ya no era el mismo y casi nadie entraba a su negocio. No le quedó otra que cerrar.
Después de pagar todas sus deudas, solo le quedaron $105.00 en cheques de seguro social.
A los 65 años se le ocurrió la idea de franquiciar su negocio, entonces lo que hizo fue ir de restaurante en restaurante y ofrecer cocinar su pollo frito obviamente con su receta y el negocio era que por cada pollo que se vendiera el cobraría $0.05 dólares.
No le fue tan fácil conseguir el éxito ya que tuvo que tocar muchas puertas de las cuales fue rechazado, pero su perseverancia hizo que después de 2 décadas viera recién los resultados. En ese momento tenía alrededor de 6.000 restaurantes en todo el mundo y sus ventas superan los $2.000 millones de dólares.
A los 88 años el Coronel Sanders, fundador de Kentucky Fried Chicken (KFC) era billonario.
Cada quien puede tomar sus propias conclusiones, pero queda claro que hay 3 claves que llevaron al fundador de KFC, a volverse exitoso, veamos:
Lucha por tus sueños, sigue tu pasión
¿Interesante verdad? Podríamos concluir que el coronel Sanders si hubiera seguido su pasión desde un principio su historia hubiera cambiado desde una muy temprana edad. Por eso siempre haz lo que te apasiona y lucha por tus sueños. Los logros jamás vienen por arte de magia, pero si se trabaja en aquello que queremos hacer, qué queremos cambiar, podemos hacerlo si existe motivación y perseverancia. Recuerda siempre que si del cielo caen limones aprende hacer limonada.
Comparte esta historia, de seguro que motivará a muchas personas.